A dónde vas
De mi amarga y bella existencia nacen cisnes blancos y negros que a su vez resguardan mi camino, cuya luz es pura e infinita, como el alma. ¿A dónde vas por ese camino? – Me preguntó taxativamente el destino- Por unos instantes, no sabía que contestar. Pero algo brotó de mi interior: «No lo sé, mi alma es imperecedera.»