La montaña mágica que nos atrapa
La montaña tiene algo que a sus visitantes y senderistas les seduce. Contempla con deleite y entusiasmo sus bosques, prados, y a lo lejos la cima que la corona con orgullo y satisfacción. La montaña es mágica. Le encanta pasear por las montañas, indagar por sus senderos, incluso lograr una cima aunque hayan allí 500 personas haciendo lo mismo. La montaña transmite, está ahí. impasible, inamovible. Nosotros no paramos de transitar sus senderos, mientras ella nos observa. Está en busca…